90 varas: la historia de nuestra marca
Esteve
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Cuando uno piensa en cual debe ser el símbolo de su proyecto la primera preocupación que surge es ofrecer toda la información posible sin que aquel que lo mira se empalague la vista y no interprete la idea.
Nosotros lo tuvimos más fácil por contar con el talento, la paciencia y la voluntad de Gema González Diez y de Paula Martinez que interpretaron nuestra idea a las mil maravillas y, la verdad, es que no era fácil.
Queríamos poder hablar de Cerezo de Abajo, de los caminos que atraviesan el municipio, hablar de la tierra y de la tradición y reivindicar la historia de los pueblos, de lo rural, de lo natural, al fin y al cabo de lo artesanal.
Todo nos quedaba muy cerca, mucho más de lo que pensábamos. El pórtico de la iglesia de San Roman recuperada de la antigua iglesia del Condado de Mansilla, se compone de tres arquivoltas y en la primera de ellas la decoración corre a cargo de un signo bastante extendido en la simbología de todo el mundo: la flor de seis pétalos encerrados.
La flor de seis pétalos es un símbolo asociado, desde hace miles de años, a la fertilidad de la Madre Tierra. Es por ello por lo que suele aparecer grabada en las jambas de las puertas y en las ventanas, a modo de talismán protector.
El nombre escogido “90 Varas” hace referencia al ancho de las cañadas reales establecido por Alfonso X en El Honrado Concejo de la Mesta allá por el año 1273. Por Cerezo se da la circunstancia de coincidir dos cañadas la Real Segoviana y la Real Soriana Occidental, aunque en los últimos años se modificó el paso de la misma por el municipio por el Cordel de los Gascones.
Nuestro storytelling habla de caminos, del Camino Real a Bayona, del Camino Salinero y, por supuesto, de las cañadas. Todos ellos convertían a nuestro pueblo en un lugar de paso y eso es lo que da sentido a nuestro proyecto. El estar siempre en marcha, en avanzar y recorrerlo juntos. Y en ello estamos.
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