Diario de un cervecero: 90 varas cumple un año

No solo nos mudamos de domicilio para vivir en un entorno rural, si no que también vinimos para emprender, un doble desafío que ha marcado este año que hemos completado desde que nos presentamos en un día de las Águedas, inicios del 2017. Un año de mucho trabajo, muchos momentos con amigos y gente nueva, muchos viajes para conocer Segovia como la palma de nuestra mano, muchos retos en el día a día más cotidiano… Y sin embargo todo ha merecido la pena.

Porque en este año hemos creado no solo un negocio familiar y arraigado a la tierra con un proyecto social grande detrás, si no que hemos adoptado una forma de vida en armonía con nuestro entorno y la gente que nos rodea. El fuego de una chimenea es un placer adulto del medio rural, y los paseos en bicicleta en medio de la naturaleza a dos pasos de la puerta de casa, y el aire puro y limpio que se respira cada mañana… Qué de cosas tan buenas y tan básicas ¿no?

Pero después de un año al pie del cañón en cada feria y en cada evento en el que hemos podido dar a conocer nuestra cerveza, nos damos cuenta del apoyo recibido y del feedback positivo que nos brindáis y que nos empuja a seguir haciendo lo que hacemos y a intentar mejorarlo cada día. Somos una pequeña microcervecería, pero hemos conseguido cosas muy grandes en muy poco tiempo.

Ahora hay que volver a mirar hacia adelante, proponerse nuevos objetivos para el nuevo año como extender la cultura cervecera y crear un mercado y una distribución de nuestras cervezas primero localmente y pronto en los mejores establecimientos de cerveza artesanal del país. Porque Cerveza 90 Varas solo ha hecho que comenzar. BEBE BUENA BIRRA